miércoles, 12 de mayo de 2010

UNA VIEJA TRISTEZA


Vi dos luces en el cielo y no me bastó, no me sentí mejor. De neutra coraza los días se desgastan, las noches te erosionan con su sal.
Veo caer las lágrimas áridas, me estremezco y no tiemblo, camouflo mi empatía.
Voy contando las fechas con la frente marchita, con el corazón desarmado... ya no busco ese suspiro que antes alguna vez me habrá calmado, bajo qué nogal se apaciguarán mis ansias?
Cómo golpean tan duro las olas sobre las rocas de mis ojos a la deriva, dame señor un impás un descanso, es que juro que a veces me desarmo y no encuentro mi verdad, vagando en la inmensidad entre las luces confusas de esta gran ciudad...
Dame un pedacito de cielo, una palabra, algo de gracia para mi alma azotada.
Es que ya me estoy agotando de pasar estos terrores, ya mis letras van cayendo por las sienes de aquel cerro que me deja apunado de temores.
Dónde andará ese loco corazón que me llene de canción?
Me estoy volviendo vulgar, la panza me hace ruido; hacia un cráter la ilusión, en que otoño perdí la inspiración?
si alguien escucha mi súplica, quiero solo una mirada que dure más en el viento que todo este siglo de dolor

No hay comentarios: